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Mostrando entradas de enero, 2023

Tres intentos de explicarlo

29 de enero de 2023 I ¿Por qué te temo, bicho?   Porque he visto a otros temerte y, como a los ídolos, te creímos poderoso. Porque aquel hombre te cogió y quiso mostrarme tus alas. Sí, tú puedes volar. Porque la profesora de Biología quiso obligarme a quitarte eso. Porque en la clase de Biología esa chica se rio de que no pudiera quitarte eso. Porque un día me puse una camisa blanca y no abrazaste mi espalda, solo la surcaste. Porque apareció en una toalla de un hotel. Porque, en aquel paisaje de playa y luz, invadiste mi casa y, por las noches, rascabas. Porque no huyes: te detienes o avanzas. Y puede que sonrías, mientras vas y vienes. Porque gritas. Porque contribuiste a expulsarme de dos ciudades. II Perdona, Sandra, perdona No sé si Sandra, inteligente, pragmática y encantadora, me habrá perdonado. Confío, al menos, en que, si recuerda lo ocurrido, lo haga con media sonrisa.  Sandra era mi compañera en BS, la de Valencia, en un local a pie de la calle Conde de Salvatierra...

Mil quinientas maneras de contártelo

15 de enero de 2023 Me pareció que en tiempos de crisis lo mejor sería centrarse. No volví a la clase de pilates, ni se me ocurrió practicar la meditación, ni acudir al psicólogo; escribir me estaba confrontando con vacíos no acostumbrados; los viajes no son alternativa; la comida no es precisamente una aliada (¡ya ni sabe!); la lectura invita a una abstracción, procesamiento y transformación que me distanciaba de la realidad. Lo demás, inane, ¿con qué objeto?  A esta realidad quería tenerla al lado, como una llamada telefónica que esperas; como el ruido de los vecinos a los que, incluso, detecto en los murmullos; como la lista del mercado, el cajero automático o el clic de la lámpara; esa parte de la vida tendría que ser accesible, no pasara que, de alejarla, se perdiera para siempre. Por eso lo del puzle; lo de los puzles. Es un estar en guardia con disimulo; una meta boba, autoindulgente pero con finalidad. Un ojo en las piezas, otro atento a la ventana por donde entra el agua q...