Gasolina


8 de diciembre de 2023


Fue este domingo pasado en la Parroquia de San Eduardo y San Atanasio. 

 

El niño, tal vez de unos tres años, en pleno silencio, que debía resultarle insoportable, justo en el momento más sagrado del misterio, decidió espetar:

 

A-ella-le-gusta-la-gasolina-dame-más-gasolina-como-le-encanta-la-gasolina-dame-más-gasolina-a-ella-le-gusta-la-gasolina-dame-más-gasolina-como-le-encanta-la-gasolina-dame-más-gasolina…

 

En bucle, sin que nada ni nadie le hiciera callarse. Los más jóvenes reían y comprendí que se trataba de una canción que mi memoria debió desterrar hace tiempo. ¿Cómo abstraerse de lo que no se desea saber? 

 

Me dije, «no hay vuelta atrás». Ni para el niño ni para mí. Ambos contaminados, habrá que enfrentarse al destino.

 

Por atribuirme una curiosidad innecesaria, quise constatar la autoría. Escribí en Google «canción gasolina». Salió todo, salió incluso la invitación a escucharla en todas las plataformas posibles, y un nombre asociado a una noticia espectacular que reproduzco de El País:

 

Daddy Yankee dice que comienza a vivir para Cristo

tras dejar el reguetón.

 

Nunca había comprendido con tanta rapidez y ejemplaridad eso de que «los caminos de Dios son inescrutables».

 

Y quizá podría hacerme preguntas de diversa índole, pero voy a dejarlo aquí. 

 

Un niño o «El Niño» obró el milagro: uno menos para el reguetón.



Comentarios

  1. Anónimo8/12/23

    Sorprende como un niño de 3 añitos se decante por este tipo de música en lugar de las canciones propias de su edad, pero hoy día es así, prevalece el regueton y otros ritmos estramboticos desde la edad más temprana, es una realidad

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    1. Es lo que hay. Comprenderá las letras, eso sí, mucho antes de lo que mi generación lo hizo.
      Gracias por escribirme.

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